La interpretación del papel de Anteros en el texto de tu blog es errada. Y permitime decirte -no sé si sos argentino y ya estoy usando la jerga castellana local- con el mayor de los respetos, interesada. Eros y Anteros no son abogados de distintas mujeres, ya que supongo ante la ausencia de perfil y por la introducción de tu texto que sos un hombre. No. No se trata de dos letrados que litigan en representación de dos hembras que se disputan un (mismo) macho, o que "justifican" ante el Tribunal a un macho que desea a dos hembras, o aun en un debate en la mente o el alma del mismo.
Ni tampoco, creo, conforme al texto de M. Schwob, que dicen era un erudito de lo clásico, que fueran personificaciones mitológicas de dos formas de la atracción entre los sexos [v. g. como decís, "pareja" y "amor" por una lado, y "pasión" por el otro]. No. A mi entender, Eros y Anteros son una dualidad de un solo y único fenómeno, una dualidad oscilante de las manifestaciones de un mismo ser, o un mismo ser-un-vínculo, una dualidad inasible que no está repartida entre más de dos sujetos, o más de una relación.
Quiero decir: no se trata aquí de deidades con papeles esenciales en los dilemas de la infidelidad como problema central por el que el mito se ideó, sino de dioses específicamente con actuaciones determinantes en las encrucijadas del amor en sí, en sus distintas facetas, dentro de una pareja en principio sin terceros, una pareja exactamente de dos. El cuento lo ilustra: lo que separa a Sextilio de quien lo ama no es una tercera persona en discordia, sino su condición de hombre libre. Anteros comparece a modificar una circunstancia donde Eros no tiene cabida ante la enamorada que desea a Sextilio, que lo desea y no debe desearlo porque está sometida al destino de la hechicería y la esclavitud: ése es el impedimento, no otra hembra interpósita. Anteros no viene en nombre de otra mujer, y como un Eros alternativo y cargado de "pasión" con otra "categoría", más o menos ardiente. Al punto tal que me parece que la etimología es exacta: Anteros es un anti-Eros, verdaderamente su negación, no su variación. Es una deidad que no está revestida de las cualidades de un Eros modificado, mejor o peor, más o menos sexual, más o menos tierno, etc. Anteros es el enemigo negatorio y aniquilante de Eros y no su alternativa dependiente, es un no-Eros, un no-ser-Eros. Es su antídoto (en la concepción del propio Anteros, claro, y en la del mito funcionalmente.¿O su vacuna?).
De acuerdo a mi modesta opinión, el mito es descriptivo de la fenomenología de la relación amorosa humana, tal como se ha repetido muchas veces en la literatura. Recuérdese, por ejemplo, los versos clásicos de Lope de Vega:
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
1 comentari:
Muchísimas gracias, querido Joan, por tan ilustrada contestación. En mi blog apunto lo que he reflexionado tras leer sus comentarios.
http://anteros-vs-eros.blogspot.com/
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